¿Qué sería de nuestras fiestas, ferias, de esos encuentros con amigos y familiares… de nosotros, sin un buen plato de jamón? Probablemente, la vida sería un poco menos interesante, menos sabrosa y apetecible.

Y es que el jamón, ese del que sabemos y mucho en Andalucía, es uno de nuestros grandes productos, de nuestros mayores embajadores.

Procedente de cerdos ibéricos alimentados con bellota y cuidados con cariño en nuestras dehesas y curados con sabiduría y paciencia en los secaderos, el jamón de Andalucía es uno de los mayores manjares de la conocida como ‘piel de toro’.

Jamones de delicadas infiltraciones de grasa, extraordinariamente jugosos y especial brillo que responden a denominaciones de origen (compartida con Extremadura) como la de Jabugo, toda una ‘cátedra’ del buen jamón.

O esa otra, Los Pedroches, referente de jamones y paletas de bellota, cien por cien ibéricos, que se antoja toda una obra maestra para los sentidos.

Exquisiteces que puedes degustar a lo largo y ancho de Andalucía, ya que no hay fiesta o evento que se precie en el que el jamón, maridado con una buena copa de vino de la tierra, no sea protagonista destacado.