Uno de los mayores placeres que te propone Andalucía es saborear productos que son elaborados de forma natural por las especies que la habitan y que encierran todos esos sabores, colores y aromas que reflejan y hablan de su variada riqueza paisajísta y natural.
Placeres de los que saben, y mucho, las mieles artesanas andaluzas, con una gran presencia en nuestra rica gastronomía y de forma sobresaliente en la repostería, muy en especial en esa que hunde sus raíces en Al Andalus y que, pese al paso del tiempo, felizmente, aún perdura.
Mieles elaboradas de forma artesanal por generaciones y generaciones de apicultores que, cuales nómadas, viajan con sus colmenas en busca de las espectaculares floraciones que tienen lugar en espacios naturales como el Valle del Genal, en Málaga; El Parque Natural de la Sierra de Grazalema, en Cádiz, o la Sierra de Cazorla entre otros tantos.
Floraciones que las abejas transforman en auténticas exquisiteces (miel, polen, panal…) y que, además de para la elaboración de guisos, postres, dulces…, son muy apreciadas para la fabricación de productos cosméticos, de higiene y saludables de gran calidad.
Despertar en un buen alojamiento andaluz y desayunar una tostada de pan de campo, con un poco de queso artesanal andaluz y una cucharada de miel es uno de esos placeres que te reconcilian con el mundo.