Entre sus muros aún resuenan las voces y los cantos de aquellas mujeres que, hasta bien entrada la década de los sesenta del siglo pasado, se reunían en torno a la Fuente Vieja de Montejaque para lavar la ropa.
Eran tiempos complicados, tiempos de necesidad y esfuerzo, en los que lavar la ropa era una de las muchas sacrificadas labores que tenían que realizar las montejaqueñas y en los que los lavaderos eran esos lugares en los que charlar de los problemas del día a día y, también, en los que compartir alegrías, confidencias, etc.
Espíritu que aún se respira en el que, sin lugar a dudas, es uno de los lavaderos más bonitos de Andalucía, auténtico centro de interpretación de la importancia, singularidad y trascendencia que adquirió el lavadero en Montejaque y lugar de homenaje a las mujeres.
EL LAVADERO, EN 360º
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Un lugar en el que resalta su maravillosa pila de piedra, el agua clara que la alimenta, los barreños, cántaros y los sacrificados lebrillos de madera en los que las montejaqueñas daban lustre a una ropa muy castigada por las labores del campo.
Sin lugar a dudas, lugar de paso obligado para quienes buscan y disfrutan de esos rincones tan típicos de Andalucía en los que cerrar los ojos e imaginar esas escenas tan entrañables y típicas del pasado.
COMO LLEGAR