La Geoda de Pulpí, también conocida como geoda gigante de Pilar de Jaravía, es una maravilla geológica enclavada en el interior de la Mina Rica, en el término municipal de Pulpí (Almería). Esta joya subterránea fue descubierta en diciembre de 1999 por miembros del Grupo Mineralogista de Madrid.

Aunque existen formaciones cristalinas más grandes —como la famosa cueva de los Cristales en Naica, México—, la geoda de Pulpí es considerada la más grande del mundo visitable, gracias a que sus paredes están íntegramente recubiertas de cristales de yeso (selenita) puros y transparentes.

Sus dimensiones impresionan: aproximadamente 8 metros de longitud, 2 m de altura y anchura, con un volumen hueco estimado en unos 10,7 m³.

Algunos de sus cristales alcanzan hasta dos metros de largo, destacando por su transparencia y brillo excepcionales que permiten, por ejemplo, leer un libro a través de ellos.

Una curiosidad fascinante es su edad: la Universidad de Almería ha datado sus cristales entre aproximadamente 165 000 y 60 000 años, durante el Pleistoceno superior. Se formaron por infiltración de agua de lluvia en un ambiente subterráneo estable, sin aportes de agua marina, lo que ha permitido preservar esa pureza mineralógica única

Desde su apertura al público en agosto de 2019, la geoda se ha convertido en uno de los mayores atractivos turísticos de la provincia, recibiendo decenas de miles de visitantes anuales. En 2022 fue declarada Monumento Natural de Andalucía, mientras que a principios de 2025 se incluyó en la lista indicativa para aspirar a Patrimonio Mundial de la UNESCO

Dato curioso 

El nombre “selenita” procede de Selene, la diosa griega de la Luna, ya que los cristales reflejan una luz lechosa y blanca semejante al brillo lunar. Y aunque otras geodas pueden tener mayor tamaño total, la de Pulpí destaca por ser la única de tales dimensiones que puede visitarse sin necesidad de equipamiento extremo, lo que la hace verdaderamente única.

Cómo visitar la Geoda de Pulpí

La visita guiada dura aproximadamente 90 minutos e incluye un recorrido por galerías mineras históricas hasta llegar a un mirador desde el cual se observa la geoda, que está a unos 50–60 metros de profundidad y requiere descender unos 164 escalones (aunque hay ascensor en parte del trayecto para personas con movilidad reducida). 

 Acceder al interior está prohibido para preservar su delicado equilibrio ambiental; se observa desde una abertura especialmente habilitada.

 El grupo irá en todo momento acompañado de un guía que explicará todos los pormenores y responderán las preguntas y curiosidades que surjan.

Es accesible para todo el público, excepto niños menores de 12 años. Es recomendable ir con ropa cómoda y zapatos cerrados y planos. En el interior la temperatura oscila entre los 18 y los 21 grados.

Cómo llegar