Si hay una estampa representativa de la costa de Cádiz, de su singular belleza y luminosidad, esa es la del Castillo de Sancti Petri, fortaleza en medio del mar, de la Bahía de Cádiz, que fue levantada a finales del siglo XVI y reconstruida en los siglos XVII y XVIII.
En este lugar, en el que cuenta la mitología que estaba el antiguo Templo de Hércules, se localiza una de esas guías de navegantes que, allá por 1918, fue habilitada en su torre del homenaje.
Protagonista de páginas de gran trascendencia histórica, forma parte de un entorno dibujado por la Punta del Boquerón, el poblado y caño de Sancti Petri y la playa de La Barrosa, conectándose con los faros de Roche y San Sebastián.
Y es que pocos placeres son comparables a los de presenciar el atardecer en este icónico enclave del litoral gaditano que el Faro de Sancti Petri se encarga de iluminar cuando llega la noche.
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